La facturación de bares y restaurantes vuelve a crecer en España y Cataluña tras un largo periodo de carestía.
Los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística indican que, en Febrero, este tipo de negocios ha experimentado un crecimiento de su volumen de negocio del 2,5% respecto al mismo periodo del año pasado y un crecimiento del 3,6% si se cuentan los primeros meses del año en curso.
No obstante, al sector de la restauración todavía le queda por delante un largo periodo de convalecencia para recuperar los niveles previos a la crisis dado que el volumen de negocio actual todavía es un 20% inferior respecto a los niveles de 2010.
Esta evolución positiva da un respiro a las empresas del sector y permite imprimir cierto optimismo a uno de los sectores económicos que más ha repercutido la caída de facturación en el margen de beneficios empresarial y menos en la reducción de empleo; quizás, en parte, porque muchos ocupados son trabajadores autónomos.
Sea como fuere hay que destacar la deuda que tiene el mercado laboral con estas empresas dado que, con el 80% de la facturación se ha mantenido una tasa de ocupación del 96% respecto a 2010.
Como es de esperar, la inmensa mayoría de este tipo de empresas son micropymes, dado que muchas de ellas cuentan con entre 0 y cinco trabajadores asalariados.
Los restantes dos subsectores que forman parte del sector de la restauración tienen plantillas algo superiores pero también se circunscriben abrumadoramente en la categoría de micropyme.
Durante el periodo 2012-2014, aumentaron el número de empresas de catering (provisión de comidas preparadas para eventos) un 5% aproximadamente en España y en Cataluña, mientras que los restantes dos subsectores de la restauración veían menguar el número de las mismas entre un 3% y un 4% según los casos: