Guía sobre subvenciones europeas para pymes
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Fondos de ayuda al desarrollo de las pymes.
En 2017 la UE destinó dentro, del marco de ayudas al desarrollo de las pymes, algo menos de 200 millardos de Euros, aunque una buena parte de las mismas no tuvo destinatario ante las complejidades burocráticas asociadas al procedimiento de solicitud.
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Perfil de las empresas destinatarias.
El primer requisito es que las compañías solicitantes sean pequeñas o medianas; esto es, se trate de empresas con una plantilla que se componga de un máximo 50 trabajadores y/o que no supere los 10 millones de Euros de facturación.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta el objetivo de estas ayudas porque indirectamente apelan a la actividad que desarrollan las pymes aspirantes a las ayudas.
Como estas ayudas pretenden que el tejido empresarial comunitario gane terreno en los ámbitos de:
- La inteligencia (innovación y desarrollo y transformación digital).
- La sostenibilidad (competitividad, eficiencia e internacionalización).
- La integración (puestos de trabajo de alta cualificación).
Las empresas pequeñas y medianas que se dediquen a algunos de los siguientes sectores, considerados estratégicos por la UE, tienen más posibilidad de ser subvencionadas:
- Alimentación.
- Energía.
- Industria.
- Diseño.
- Movilidad sostenible (automoción).
- Salud
- Cultura (incluye turismo).
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Frenos al acceso a las subvenciones.
Acceder a estas ayudas, como suele suceder con cualquier tipo de administración pública, es una senda plagada de obstáculos.
El primero de ellos tiene que ver con el enmarañado entramado institucional que sustenta este conglomerado de subvenciones ya que plantea, desde un buen principio, el dilema estratégico de hacia qué tipo de programa dirigir los esfuerzos.
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Parecería que la elección debería ser sencilla y basarse en el tipo de financiación necesita la empresa, pero como suele pasar, el foco está del lado de la administración y el criterio básico es la adecuación de la demanda a la oferta; esto es, del perfil de la empresa y su proyecto a los objetivos de cada uno de los programas.
Los fondos estructurales son los que suelen presentar un menor número de solicitudes (por tanto menos competencia) porque son gestionadas por varias instancias administrativas, y ello añade complicaciones burocráticas de procedimiento.
Los fondos competitivos son gestionados directamente por las empresas; aunque ello no significa que estén exentos de ciertas trabas administrativas. En este sentido por ejemplo, las SME instrument requieren para su licitación la presentación de un informe en inglés 70 páginas de forma telemática.
La recompensa a recibir en caso de ser aceptada la solicitud es, para este programa en concreto:
- Fase 1. Análisis de la viabilidad del proyecto: 50.000€ (70% del coste del proyecto de evaluación).
- Fase 2. Desarrollo de la innovación: Entre 500.000 € y 2,5 millones de Euros (70% del coste del proyecto de implementación como norma general).
- Fase 3. Ayudas a la comercialización. Servicios de soporte en posventa y en la financiación del riesgo.
Dadas las enormes complejidades del proceso, algunas pymes optan por externalizar la petición de las subvenciones a consultorías especializadas.