El comercio minorista no acaba de ver la luz al final del túnel ni en Cataluña ni en España puesto que los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística arrojan una de cal y otra de arena.
Si bien es verdad que el sector ha facturado 7.687,6 millones de € en España (1.623,8 millones de € en Cataluña; un 21,12% del total y 79,2 millones en Lleida); esto es, un 2,7% más respecto al mismo periodo del año pasado, no lo es menos que en los primeros dos meses del año la tasa de crecimiento ha sido negativa.
Todo ello hace que el sector todavía se halle a 8 puntos porcentuales de distancia respecto a 2010.
Pese a ello, hay que tener en cuenta que Enero suele ser uno de los meses que más volumen de negocio genera el sector gracias a las rebajas de invierno, y que suelen perder dinamismo en febrero. Esto explica, por ejemplo, tanto la desaceleración del crecimiento en términos anuales (-1,2 puntos porcentuales), como mensuales.
Por subsectores, los establecimientos más beneficiados respecto al mismo periodo del año pasado son las estaciones de servicio (7,8%) y, a mucha distancia los establecimientos dedicados a productos para el hogar (+3,3%).
De hecho, la aportación de las gasolineras es tan importante que sin tener en cuenta la misma, la tasa de crecimiento interanual perdería 7 décimas hasta situarse en el 2%.
En términos mensuales, el subsector que se ha llevado la peor parte es el de la comercialización de productos alimentarios (-2,7% respecto a Enero).
Por el contrario, los comercios que venden otros productos y las estaciones de servicio han tenido crecimientos positivos.
Si se atiende al tipo de establecimiento, en términos interanuales, las tiendas de barrio son las que más han aprovechado el tirón del sector; siendo las pequeñas cadenas los que menos lo han hecho.
En términos mensuales, las grandes superficies han registrado flujos negativos en su cifra de negocios mientras las tiendas unilocalizadas han experimentado flujos positivos (+1,2% respecto a Enero).
Desde una óptica geográfica, Cataluña ha sido la quinta CC.AA cuyo comercio se ha visto beneficiado, por detrás de Cantabria, Baleares, Madrid y Valencia.
En cuanto a la ocupación, ésta crece (0,5) pero muy por debajo del porcentaje de volumen de negocio (2,7), lo cual implica una ganancia de competitividad de los establecimientos, pero una mala noticia para el mercado laboral.
Sin embargo, también hay que señalar que la ratio ocupación-facturación es más alta en la actualidad que en 2010, dado que, tal y como se ha señalado con anterioridad, la distancia de la cifra de negocios respecto a este año es superior a la de la ocupación.
Ello coloca los niveles de ocupación en el sector a niveles algo inferiores a los de 2010.
Especial incidencia tienen las estaciones de servicios que, pese a ser las que más crecen, son las que destruyen más empleo. Nótese que es el sector más automatizado del sector gracias al modelo de autoservicio.
A nivel de tipos de establecimientos, las tiendas de barrio son las que tiran del carro del empleo mientras el resto han destruido puestos de ocupación.
Finalmente, hacer una mención a la morosidad del sector en febrero, situada en un 2,06%, que equivalen a 147,4 millones de € (33,5 millones en Cataluña y 1,4 millones de € en la provincia de Lleida).
En resumen, cabe concluir que, en efecto, el comercio ha sido uno de los sectores más castigados durante la crisis de 2008.
Desde 2010, el tejido empresarial del sector ha reducido su número de efectivos en 68.238 empresas (-5,52% del total) en España, de las cuales, 10.819 ejercían su actividad en Cataluña (-5,25% del total de esta CC.AA).
Las provincias de Lleida y Tarragona son las regiones de Cataluña que se han visto más castigadas en lo referente a la destrucción de locales comerciales minoristas (epígrafe 47 CNAE 2009).